lunes, 26 de enero de 2015

Cuando fui Danielita me enseñaron bien

Instruye al niño en su camino,
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Proverbios 22:6

Este proverbio es tan relevante en mi vida; le estoy muy agradecida a mi Señor por haberme permitido tener y disfrutar a todos mis maestros.
Y digo maestros "TODOS", los que me enseñaron a disfrutar contando, multiplicando, restando, declamando, recitando, leyendo en voz alta y disfrutar un libro en voz baja.

Lo que se nos enseña siendo niños puede tener lapsos de olvido, pero sigue ahí; una circunstancia hace que lo recordemos en algún momento.
Mis maestros que me enseñaron a leer la Biblia, que me mostraron las historias espectaculares que trascienden los tiempos, que me presentaron al mejor Héroe de la historia, mi amado JESÚS.

Ahora todo lo aprendido ha provocado lo que soy y lo que hago, tengo el privilegio de trabajar con niños desde los 12 años, puedo decir que es una aventura maravillosa, han llegado momentos en los que no quiero saber más de trabajar con plastilina, pinturas, dibujos, cantos, juegos, etc. Pero después recuerdo el amor y paciencia con la que me trataron siendo pequeña, pero no solo en esa época si no toda mi vida,  Dios ha tenido el mismo cuidado conmigo, por esa razón viene a mi mente el siguiente pasaje:

 ...De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos pequeñitos, á mí lo hicisteis.
Mateo 25:40

Disfuto, lo que hago con todo mi corazón cada niño a quien le cuento una historia, a quien abrazo, a quien escucho, visito y oro por sus necesidades, es tan especial, me ha enseñado tanto, Gracias Señor por dejarte ver y sentir a través de ellos.


Jamás he tomado un curso para enseñar, solo reproduzco el amor con el que lo hicieron conmigo; pero sobre todo dejo que la GRACIA que solo mi Padre Celestial puede dar haga lo suyo, hasta yo quedo asombrada con eso; no soy una chica muy cariñosa realmente soy fría, pero con los niños he aprendido a ser todo lo contrario por amor a ellos y a Dios.

Es Maravilloso trabajar con los más importantes del Reino de los Cielos.

Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.
Mateo 19:14

Extraño a mis niños de Ixtepec aunque varios ahora son adolescentes.

2 comentarios:

  1. Tienes mucha razón Daniela, me pasa lo mismo, estoy firmemente convencida que lo que aprendí en mis primeros 10 años de vida y como nazarena han sido lo que mas ha impactado en mi vida espiritual, siempre agradezco por las maestras que tuve y el cariño que me mostraron y que ahora son mis amigas. En mi iglesia había algo que se llamaba "líderes infantiles" y yo tenía 8 años cuando comencé a trabajar en eso. Fue una de las mejores experiencias de mi vida y de ahí comencé a trabajar con los pequeños. Siempre he pensado que es una responsabilidad enorme y me preocupaba mucho no llenar las expectativas. Pero todo eso se disolvió al ahora ver a los que antes eran mis parvulitos convertidos en todos unos adolescentes, líderes en la iglesia y me siento honrada cuando me dicen que muchas cosas las aprendieron de mi. Aunque sin duda yo aprendí mucho mas con ellos, son un ejemplo de amor y en especial de FE. En fin. Mejor ahí le dejo porque quedara mas largo mi comentario que tu post. Bendiciones a tu vida y que Dios te siga usando.

    ResponderEliminar
  2. wow es maravilloso saber que hay más historias de quienes fuimos niños y el poder de Jesús en nuestras vidas. Seria excelente compartir experiencias de esta manera alentarnos unos a otros, así seguiremos asombrándonos de lo que nuestro Señor a hecho con nosotros. Cada pastor de niños y maestro que tuve en mi iglesia Puerta del cielo en Tuxtla Gtz. Dejo una huella imborrable y era el amor de Jesús. Mi anhelo es que cada niños con el que trato, enseño, oro o simplemente converso, pueda tener a Jesús, que el se vea antes que yo, que el toque sus corazones y les deje una huella permanente. gracias por leer este blog, aun me queda mucho por hacer en cuanto a redacción (jeje) pero quiero compartir como Dios obra en mi vida y lo puede hacer en la de los demás.

    ResponderEliminar